domingo, 18 de julio de 2010

Días 17, 18 y 19 - 3, 4 y 5 de agosto - Bogotá

Del calor del mar caribe fuimos al frio de (la fria) Bogotá.

Ya sé que cada uno tiene experiencias distintas y gustos diferentes, pero por lo que a mí respecta, y a Alejandra también, Bogotá no nos gustó. Fue la única ciudad que no nos gustó de todo el viaje (más allá de Ipiales, que es un pequeño pueblo, que en realidad fue sólo una ciudad de paso).

El lunes 3 de agosto, cerca al medio día, llegamos a Bogotá. Las expectativas que teníamos eran muy ambiguas, ya que durante todo el viaje nos habían hablado muy mal de esta ciudad. Lamentablemente, debo decir que acertaron en casi todo.

Desde el inicio la capital colombiana no nos trató muy bien. En la terminal, supuestamente se establecen las tarifas que los taxistas van a cobrar según las rutas, pero cuando le entregamos el ticket con la cifra establecida al taxista, este nos dijo que nos cobraría otro precio, aproximadamente el triple. Reclamamos, y se armó una especie de pelea, aunque sólo verbal. Vino gente de administración, pero no les hicieron caso. Finalmente decidimos salir del terminal y buscar un transporte por nuestra cuenta. El nuevo taxista fue buena gente.

Fuimos en busca de un hotel que había visto por Internet, que quedaba por el Barrio de La Candelaria, pero cuando llegamos parecía que el hotel ya no existía. Para colmo de males, la persona que hacía las veces de guardián no era muy amigable, y casi ni nos dirigió la palabra. Así fue mucha gente en general.

Felizmente encontré un hotel aceptable a un precio bueno. Después, pasamos la tarde conociéndo los alrederores y en la noche comimos pizza.
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El cansancio aumentaba, y el frio nos hacía querer dormir, así que eso hicimos.

Ya tantos días de viaje, que en realidad eran algo cansados, porque andábamos de un lugar a otro, nos estaban pasando factura. Estábamos bastante cansados.


El martes 4 de agosto, recorrimos parte de la ciudad, y en la tarde nos encontramos con Andrea, una amiga que había conocido gracias a mi otro blog.

Andrea y yo nos hicimos amigos gracias a las cosas que yo escribía y a las conversaciones que teníamos por messenger. Gracias a eso, pudimos conocernos en Bogotá, y paseamos junto a un amigo de ella y a Alejandra.

Así pasamos la tarde, conversando y pasándola bien con alguien amigable (Alejandra y yo coinciimos que, de lejos, Andrea fue lo mejor de Bogotá).

En general, conocimos muy poco de Bogotá, aunque de repente era casi todo lo que había por ver. Me parece que esa ciudad no tiene muchos atractivos turísticos, a diferencia de capitales como Lima o Quito.

Pero no todo termina ahí. A la hora de tomar el bus, en la mañana del miércoles 5 de agosto, cuando salíamos de Bogotá, ya de regreso a Ipiales, a los diez minutos, el bus se malogró. Maldita sea. Estuvimos varados cerca de una hora, hasta que finalmente nos fuimos.

Después de esa experiencia en Bogotá, una frase (no sé si mía o de otra persona) me vino a la mente: ¡Viva la provincia!


P.D. Antes de terminar con Bogotá, sólo quiero agregar que el tan famoso Transmilenio no es tan bueno como lo pintan, al menos cuando fui me pareció bastante lento. En transportes, me quedo con Medellín, Quito y Guayaquil.

P.D.2 Si por alguna extraña razón, alguien de Bogotá lee esto, que me disculpe,pero esa fue la impresión que tuve de la ciudad. Quizás, más adelante, por alguna más extraña razón, vuelva a esa ciudad, y cambie de parecer, pero por ahora no es de mis primeras opciones para volver.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy buen diario, una recorrido extenso y muy buena ciudades las visitadas, medellin es para quedarse una par de dias y contrario a lo que pueda creer Bogota es para hacerla en 4 0 5 dias, le falto informarse en cuanto a la diversidad de actividades que existen en la capital de Colombia y a la cantidad de sitios para visitar, lo que veo es que el cansansio y un poquito de mala suerte le dio una mala bienvenida a la ciudad, pero lo aseguro que es una ciudad inigualable, de hecho tiene cientos de diarios de otros viajeros que asi lo atestiguan, en fin que deberia darse y darle otra oportunidad a Bogota, se que no se arrepentira, un saludo y felicitaciones.